
¿Qué Sucedió Realmente En La Novillada De Sevilla?
La novillada celebrada en la Maestranza de Sevilla el 28 de abril de 2025 estaba rodeada de incertidumbres, no solo por la calidad de los toreros sino también por el caos que enfrentaba la ciudad debido a un apagón eléctrico masivo. A pesar del estado de alerta, el espectáculo taurino se realizó, mostrando que el arte del toreo sigue siendo un rayo de esperanza en tiempos oscuros.

El festejo comenzó con un retraso significativo que reflejaba la situación crítica de la ciudad. A pesar del caos, a las seis de la tarde se abrieron las puertas de la plaza, y el olor a tradición y valentía inundó el ambiente. Los novilleros, Marco Pérez y Javier Zulueta, se presentaron ante un público que, aunque reducido debido a la falta de claridad sobre lo que sucedía en Sevilla, estaba deseoso de disfrutar de una buena faena.
La actuación de Marco Pérez y Javier Zulueta no defraudó. A medida que los novillos de Talavante salían uno a uno, los toreros demostraron que son más que simples aficionados, sino que están en la cúspide de su carrera. Zulueta, especialmente, se destacó con su actuación, donde sus naturales limpios y su temple cautivaron a los pocos asistentes.
Las condiciones del espectáculo fueron inusuales. Entre cada faena, el murmullo del público y los comentarios sobre el apagón eléctrico parecían más intensos que los propios gritos de emoción. Sin embargo, el arte de los novilleros logró acallar esos ruidos y devolver a los asistentes a la esencia del toreo.
La maestría de Marco Pérez se dejó ver desde su primer toro. Con un estilo audaz, subió la temperatura del espectáculo, mientras que Javier Zulueta, con su elegancia característica, llevó el clamor a otro nivel, realizando pases que dejaron a todos boquiabiertos. Su capacidad para dominar al novillo mostró el prometedor futuro que tienen ambos toreros en sus carreras.
Sin embargo, el episodio no estuvo exento de polémica. Al final de la jornada, Zulueta recibió solo una oreja, a pesar del clamor del público que pedía más. Los críticos se preguntan: ¿es esta una señal de cómo se están evaluando los triunfos en un sector donde habitual accidentes y desavenencias marcan el camino?
En resumen, este evento no solo fue testigo de la valentía de Marco Pérez y Javier Zulueta, sino que también reflejó el pulso de una ciudad que, incluso en sus momentos más oscuros, no deja de latir. La joven afición taurina en Sevilla debe seguir apoyando a estos novilleros mientras navegan por este camino lleno de obstáculos, con la esperanza de que tiempos mejores también sean la norma en la tauromaquia.
¿Qué piensas tú sobre el futuro de la tauromaquia en situaciones adversas? Deja tus comentarios y comparte tus opiniones.