Willy Toledo, sobre el momento más duro de su carrera: «Intentaron arruinarme la vida y lo lograron.»
Willy Toledo visitó el pasado lunes, 28 de octubre, el programa de Cadena Ser conducido por Mara Torres, El Faro. El actor de 54 años está en plena promoción de su nuevo proyecto audiovisual, La última noche en Tremor, el nuevo thriller del director español Oriol Paulo. Los ocho episodios de la serie llegaron al catálogo de Netflix el 25 de octubre y el intérprete madrileño es uno de sus protagonistas.
Con motivo del estreno, Guillermo Toledo Monsalve, más conocido como Willy Toledo, acudió a los estudios de Cadena Ser para hablar sobre la serie y repasar toda su trayectoria profesional, marcada indudablemente por su activismo político.
En un momento de la entrevista, el actor recordó el instante en que se posicionó públicamente en contra de la guerra de Irak en el año 2003, movimiento que le trajo numerosos problemas en su carrera artística. “Pasé de recibir entre 25 y 30 ofertas al año, entre cine, televisión y teatro, a no recibir ninguna. Con el tiempo entendí que cuando se quiere atacar a alguien es más difícil ir contra todo un colectivo y más fácil escoger un chivo expiatorio; consideraron que era mejor descargar toda esa rabia en una persona”, explicaba.
Willy Toledo reconoció que los ataques hacia su persona fueron “especialmente crueles” y que “tuvo que irse a trabajar al extranjero”. Durante ese periodo, el madrileño sufrió una depresión. “Entré en una depresión patológica diagnosticada. Pasé meses sin salir de casa, con el móvil apagado y apenas comía. Perdí 16 kilos, estaba destrozado”, reconocía.
“Me duele admitirlo porque es darles a esos cabrones una victoria que no merecen. Pero sí, lo lograron. Intentaron destrozarme la vida, porque cuando no te dejan ganarte el pan, te están hundiendo. Llegaron a decir que Fidel Castro me había regalado una mansión y en una televisión afirmaron que continuamente entraban niñas menores a mi casa. Me acusaron de pederasta y de todo lo imaginable”, afirmaba.
En esa época tan oscura, el actor tuvo la suerte de contar con el apoyo incondicional de su madre, quien, según él, le salvó la vida. “Un día vino a golpear la puerta y me dijo: ‘O abres, o llamo a los bomberos’. Pasé un año con ella, me cuidó hasta que salí de esa situación. Así que sí, me ha dado la vida dos veces”, concluía.