¿Qué Oscuras Revelaciones Se Ocultan Detrás de la Película ‘Popeye’ de Robin Williams?
La cinta "Popeye", protagonizada por el icónico Robin Williams y Shelley Duvall, ha sido recordada como una comedia musical entrañable y un clásico de la infancia. Sin embargo, recientemente han salido a la luz sorprendentes revelaciones sobre el rodaje que han dejado a muchos boquiabiertos. ¿Estás listo para descubrir el lado oscuro que rodea esta obra maestra de los 80?
El ex CEO de Paramount Pictures, Barry Diller, reveló durante una entrevista que el set de filmación en Malta estaba impregnado de un ambiente de excesos, describiendo que "todos estaban drogados". Este ambiente se contrasta drásticamente con el carácter infantil de la película. Diller recordó que las latas de película, que supuestamente se enviaban a Los Ángeles para ser reveladas, en realidad eran usadas para transportar cocaína.
Las revelaciones de Diller apuntan a que los efectos del uso de drogas eran visibles incluso en la película. "Si 33 RPM es la velocidad normal para un LP, esta película se reproduce a 78 RPM", bromeó, sugiriendo que el resultado final podría verse afectado por el comportamiento de los involucrados.
El compositor de la banda sonora, Van Dyke Parks, también corroboró estas afirmaciones, compartiendo una anécdota donde encontró una bolsa de cocaína dentro de un walkie-talkie. Dicha situación dejó a Parks incómodo, ya que era consciente de que esto podría influir negativamente en la producción.
La historia no se detiene ahí; el productor Robert Evans, conocido por sus contribuciones a películas clásicas como "El Padrino", también estuvo en el centro de controversias por sus hábitos de consumo de drogas, siendo arrestado por tráfico de cocaína poco después de la filmación.
Robin Williams, quien luchó con la adicción a la cocaína durante su vida, habló abiertamente sobre sus problemas de consumo en documentales y entrevistas. Sus luchas personales fueron profundamente influenciadas por la cultura de drogas que lo rodeaba en aquella época. Según sus amigos, incluso dejó de consumir drogas tras la muerte de John Belushi, quien falleció por una sobredosis.
Esta serie de confesiones y testimonios nos invita a reflexionar sobre cómo el entorno de trabajo de un clásico infantil estuvo influenciado por una cultura de excesos y cómo esto impactó no solo a los actores, sino al producto final. ¿Cómo cambiaría la percepción de "Popeye" si se conocieran más historias de este tipo? Es un recordatorio de que las producciones cinematográficas a menudo ocultan secretos que podrían alterar nuestra visión de los films que amamos.
Te invitamos a dejar tus comentarios y reflexiones sobre este oscuro capítulo de la historia cinematográfica. ¿Qué opinas sobre la relación entre el arte y los excesos en la industria del cine?
