Álvaro de Luna habla abiertamente sobre su ruptura con Laura Escanes y el impacto de la fama: «No he sabido manejarlo»
El cantante Álvaro de Luna (30 años) ha experimentado un crecimiento imparable en su carrera musical desde su participación en 'La Voz'. No obstante, su vida personal también ha sido un tema recurrente de conversación, especialmente después de su relación y posterior ruptura con la influencer Laura Escanes (28 años). En una reciente entrevista con El Español, Álvaro compartió cómo ha manejado la fama y la constante atención sobre su vida privada, temas que han marcado este último año para él.
El artista, conocido por su discreción, admitió que el aumento de interés en su vida amorosa tras su romance con Escanes le ha afectado profundamente, llegando a describirlo como una "condena". "Quiero hacer música, quiero disfrutar de lo que hago... pero, evidentemente, para que tu música tenga éxito tienes que ser conocido. Al final, es un círculo que muchas veces me ha pesado", comentó. De Luna destacó que, aunque se esfuerza por llevar una vida normal, ciertas situaciones se vuelven complicadas cuando es reconocido en público.
Además, Álvaro reflexionó sobre la importancia de mantener un equilibrio en las redes sociales, reconociendo que ha aprendido a no tomarse las críticas personales. Para él, los comentarios destructivos de personas desconocidas carecen de valor, ya que provienen de individuos que realmente no conocen su vida ni sus circunstancias. En cuanto al uso de su "altavoz" para causas importantes, el cantante mencionó que, en momentos críticos como la DANA en Valencia, ha priorizado compartir contenido de apoyo a las víctimas, mostrando su solidaridad y compromiso social.
Sin embargo, el desgaste que ha sentido al ser constantemente cuestionado sobre su relación pasada ha sido evidente. La exposición mediática en torno a su romance con Escanes ha desviado la atención de su música, lo cual, admitió, ha sido difícil de manejar. "Eso es lo que más me ha afectado durante todo este año en cuanto a las redes sociales y la presión de los medios. No sé. Creo que yo tampoco lo he sabido gestionar bien y, bueno, cuando no sabes gestionar este tipo de cosas y no estás acostumbrado a que se hable de tu vida privada, es complicado. Es muy difícil adaptarse", reconoció.
Con una nueva etapa por delante, Álvaro está decidido a centrarse en su carrera. Su próximo gran reto será el concierto en el WiZink Center el 10 de mayo, donde espera dar lo mejor de sí y reconectar con su público a través de su música. Además, su reciente cambio de look simboliza un renacer personal y profesional, y el artista ya planea unas merecidas vacaciones para recargar energías y continuar con fuerza en su trayectoria artística.