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Así se experimentó la DANA en Alginet: «Parece que una manada entera de animales ha entrado y lo ha destruido todo»

Así se experimentó la DANA en Alginet: «Parece que una manada entera de animales ha entrado y lo ha destruido todo»

Las imágenes que nos ha dejado la DANA sobre los destrozos en Valencia y muchos de sus municipios son devastadoras. Los fallecidos debido a las fuertes lluvias y al viento que las acompañaba no dejan de aumentar.

El municipio de Alginet, en la Comarca de la Ribera Alta (Valencia), ha sido uno de los afectados. En la tarde de este martes, sus calles estaban inundadas por la gran cantidad de agua que caía, sin dar descanso a las tuberías.

Carles Alepuz, residente de este municipio, cuenta aún en estado de shock cómo vivió las horas críticas del 29 de octubre, cuando él y su familia fueron sorprendidos por el fuerte viento y el agua que les caía desde la parte alta de su casa.

"Fue horrible. Ayer, alrededor de las 4 de la tarde, mi madre y yo sentimos cómo se movía el suelo, cómo el viento se hacía cada vez más fuerte, hasta que las ventanas de la terraza se abrieron y no podíamos cerrarlas".

La situación no terminó ahí. Intentando resguardarse en la zona interior de la casa, vieron cómo de repente caía agua, como si fuera una fuente, desde la azotea.

"El techo del trastero que tenemos en la azotea fue arrancado por el viento, y como resultado, el agua se acumulaba sin posibilidad de salir por ningún lado. El agua bajaba hasta el segundo piso. Parecía un río", cuenta impactado.

A pesar de trabajar sin descanso con cubos, trapos y ropas para absorber el agua, era imposible reducir los niveles: "Cuando llegó mi padre, hizo un agujero en una de las paredes del trastero para que el agua drenara, porque aquello era como una piscina sin salida, solo hacia el segundo piso de la casa. De esta forma, el agua fue drenando poco a poco por las tuberías".

Durante la noche apenas han podido descansar por el estrés acumulado y la sensación de alerta continua por si volvía a llover de esa manera. "Nos quedamos sin luz, sin cobertura, sin posibilidad de contactar con nadie", explica. Y aunque después de la tormenta suele llegar la calma, la imagen con la que se encontraron esta mañana no ha sido nada tranquilizadora.

Todas las calles de Alginet están llenas de escombros, casas sin puertas, antenas caídas, coches destrozados, cristales rotos... "Mi zona es parte del casco histórico de la ciudad y muchas casas no están bien mantenidas, porque llevan años deshabitadas".

A pesar de la delicada y dura situación, Carles y su familia trabajan para reparar todos los daños materiales en su casa y recuperar la normalidad lo antes posible: "Todo está lleno de goteras. Parece que una manada de animales hubiera entrado y arrasado con todo".