
¿Qué Hay Detrás de ‘Los Tortuga’? Un Viaje de Emoción y Realidad
La nueva película de Belén Funes, 'Los Tortuga', se adentra en los dilemas contemporáneos de la migración y la crisis de vivienda a través de las experiencias íntimas de una madre y su hija. Este filme no solo refleja la lucha por la vida en dos ciudades tan diferentes como Barcelona y Jaén, sino que también destaca un enfoque humano en la narración cinematográfica que es cada vez más raro en la actualidad.
La historia gira en torno a Delia, una madre chilena que trabaja como taxista en Barcelona, y su hija Anabel, una adolescente que se enfrenta a la incertidumbre y el desafío académico en una ciudad que no siempre la acoge. La llegada de una carta de un fondo buitre que las amenaza con el desalojo marca el inicio de una pronta búsqueda desesperada de un nuevo hogar en una ciudad donde cada rincón se ha vuelto cada vez más inaccesible. Funes considera que es casi imposible representar la vida en Barcelona sin mencionar la problemática de la vivienda, donde los alquileres consume un 80-85% del sueldo de sus habitantes, complicando aún más la vida de las familias, especialmente de las inmigrantes.
En sus propias palabras: “Creo que cuantos más cineastas haya que te puedan contar la realidad de la renta, más historias sobre estos problemas se contarán”. Esta reflexión resuena en los tiempos actuales, donde el diálogo social sobre la vivienda sigue siendo un tema palpable en muchas comunidades.
La película también profundiza en la complicada relación entre las dos protagonistas, marcada por el duelo por el padre y esposo fallecido. Funes utiliza el silencio como un poderoso narrador en vez de depender de los diálogos. La manera en que las emociones son mostradas a través de miradas y gestos enfatiza que el duelo puede ser una experiencia solitaria, pero no necesariamente debe serlo.
A lo largo del filme, se ve una representación diversidad de mujeres. Desde el retrato de Delia que enfrenta un mundo hostil, hasta Anabel, quien desafía las expectativas generacionales al reivindicar la importancia de compartir el dolor como un método de sanación. Esta dualidad de enfoques destaca cómo las diferentes generaciones abordan temas de pérdida y resiliencia de maneras distintas.
A pesar de la carga emocional de los temas tratados, la dirección de Funes se asegura de que los personajes no sean meros vehículos de denuncia social. Immerse en su mundo, uno siente que está presenciado su día a día, donde el sufrimiento y la alegría coexisten. La esencia misma de 'Los Tortuga' radica en lo humano, en los personajes que enfrentan múltiples retos y que siguen adelante con una mezcla de esperanza y frustración.
Por lo tanto, al finalizar la película, queda la pregunta: ¿qué futuro puede tener el cine en abordar estas realidades sociales sin perder la conexión con la humanidad de los personajes? ¿Puede el cine promocionar un cambio social tangible o limitarse a ser solo un espejo de nuestras luchas?
Te invito a reflexionar sobre estas cuestiones y dejar tus comentarios. ¿Qué opinas sobre la representación de estos temas en el cine actual? ¿Crees que hay más historias urgentes que deberían ser contadas?