Un seguidor de Milei tuvo un desacuerdo con el rapero Dillom y crece la autocrítica: «Queda claro que somos inexpertos»
Uno de los trolls de Javier Milei intentó escrachar al rapero Dillom con una foto en un avión, pero terminó desmoronándose cuando el músico lo confrontó en su asiento.
"Lo último que me faltaba, coincidir en el vuelo con el pelotudo de Dillom", tuiteó La Pistarini, la cuenta manejada por Juan Carlos Siber Guerrero. Este joven tiene fotos con el Gordo Dan, líder de la banda de trolls que responde a Santiago Caputo y Agustín Romo, el diputado provincial que también lidera un escuadrón digital.
Lo que Pistarini no anticipaba era que Dillom recibiría rápidamente la foto que el troll compartió en las redes y que el rapero calculara cuántos asientos los separaban.
Pistarini guardó silencio cuando Dillom preguntó por primera vez quién había subido la foto, pero luego, con algo más de información, el rapero identificó al troll que intentó escracharlo.
"¿Vos sos Pistarini, el que sube fotos mías a Twitter?", preguntó el músico de 23 años. "¿Tenés algún problema?", indagó el autor de "Pelotuda", "Opa" y "Side".
"Ninguno, capo, andá tranquilo", respondió La Pistarini, alejándose del cantante y haciendo que el celular con el que lo grababan cayera al suelo. "Te arranco la cabeza, pelotudo", amenazó Dillom. "¡Ah, mira que guapo que sos, pelotudo!", concluyó el rapero.
El incidente causó preocupación entre los libertarios. "Lo de Pistarini preocupa porque es un soldado de la primera hora, ahora todos tienen miedo de que quede en evidencia que detrás de las cuentas hay virgos", comentaron a LPO desde La Libertad Avanza.
Murphy Liberal, otro de los trolls de la Banda del Gordo Dan, desafió públicamente a Pistarini. "No podés arrugar así, amigo, nos dejás mal parados a todos. La próxima decile que cuando se bajan del vuelo se cagan a palos. Estas pelotudeces sin huevos no sirven", atacó Murphy.
El acto de cobardía de Pistarini se suma a un antecedente reciente de Fran Fijap, otro de los influencers libertarios con acceso libre a la Rosada, que salió corriendo de la última marcha universitaria a la que fue a provocar. Fijap terminó refugiado en un local de empanadas, una escapatoria que Pistarini no tuvo la suerte de contar a su favor.
